Eucaristía JMJ Asturias

El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ha animado hoy a los jóvenes, en la homilía celebrada en la plaza de la Catedral con motivo de la clausura en Asturias de los actos previos a la Jornada Mundial de la Juventud, a que "se fíen de la única revolución que no destruye", la "propuesta por Jesús".

"A los jóvenes de hoy que tendrán en un mañana cercano el timón y las riendas del mundo, les queremos decir que se fíen de la única revolución que no destruye, la única que transforma el mundo y cambia a las personas por dentro", ha dicho Sanz Montes, en referencia a la propuesta por Jesús "en el Evangelio".

Así lo ha afirmado Sanz Montes durante la misa oficiada para los peregrinos, en la plaza de la Catedral de Oviedo, que acogió el acto central de las celebraciones en el Principado de la Jornada Mundial de la Juventud, que congregó a unas 5.000 personas, según los datos ofrecidos por la organización.

Sanz Montes, acompañado por 150 sacerdotes, presidió la celebración eucarística en la que también han estado presentes los obispos de Creteil y Brescia, Michauel Santier y Luciano Monari, respectivamente.

La imagen de la Virgen de Covadonga permaneció colocada en el improvisado altar sobre un escenario gigante que tomaba la fachada de la Catedral, convertida en retablo para una celebración que tuvo momentos coloristas cuando los varios cientos de peregrinos ondearon sus banderas y contó con música a cargo de un coro interparroquial juvenil, dirigido por Sergio Mendaro.

Los idiomas inglés, francés, italiano y alemán han sido empleados en distintos momentos de la misa en deferencia a la procedencia de parte de los asistentes, que permanecieron durante casi dos horas bajo el 'orbayu' incesante, circunstancia que propició que Sanz Montes comentara mirando la plaza abarrotada: "Los de Asturias ya vamos empapados".

Autoridades políticas, entre ellas el alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, varios integrantes del Gobierno del Principado y el delegado del Gobierno en Asturias, Antonio Trevín, han asistido al acto, al que también ha acudido el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Ignacio Vidau.

El arzobispo de Oviedo ha calificado de "inolvidable" la "alegría cristiana" con la que han llenado las "calles, pueblos, ciudades, casa y parroquias" los miles de jóvenes llegados a Asturias, provenientes de Europa, África, Asia y América, en su camino hacia Madrid para participar en la Jornada Mundial de la Juventud, que contará con la presencia del papa Benedicto XVI.

Ha recordado que la Iglesia está "viva" y es "joven", y ha añadido que "no es una juventud reaccionaria que en nombre de la nada pretende inútilmente cambiar el mundo. No es una juventud insolidaria a la que no le interesa los verdaderos problemas que hacen sufrir a las personas y las familias".

A su juicio "no es una juventud a la deriva que pone la vida en entredicho" y ha añadido que aquellos que van al encuentro con el Papa en Madrid saben "de cansancios pero no miden sus esfuerzos, tienen sus dudas pero saben confiar".

Sanz Montes se ha referido a la juventud actual como "indómita y rebelde que no le gusta la mentira", y ha planteado como una "necesidad" en este momento de la historia la existencia de hombres que "hagan que Dios sea creíble en este mundo".

"El testimonio negativo de cristianos que hablaban de Dios y vivían contra él", ha subrayado, "ha oscurecido la imagen de Dios y ha abierto la puerta a la incredulidad" por lo que "sólo a través de hombres que hayan sido tocados por Dios, Dios puede volver entre los hombres".