Fue fundada por el rey Herodes en el siglo I d. C. sobre el lugar de un puesto comercial llamado la Torre de Straton. Recibió el nombre del protector romano de Herodes, el emperador César Augusto. La ciudad fue descrita en detalle por el historiador judío Flavio Josefo. Era una ciudad amurallada, con el puerto más grande de la costa este del Mediterráneo llamado Sebastos, el nombre griego del emperador Augusto. El núcleo de la ciudad y la fuente de su fuerza económica era el puerto.
Tradición Cristiana
El apóstol S. Pablo había desembarcado en el gran puerto de la ciudad al regreso de su tercer viaje por las comunidades cristianas del Mediterráneo y había sido apresado por predicar el evangelio. Son unas ruinas espectaculares, y con mucha historia que está ligada a nuestra fe. Allí tuvo lugar el bautismo del dignatario romano Cornelio (Hechos 10, 1-5, 5, 25-28); desde allí zarpó Pablo para sus travesías por el Mediterráneo oriental, y -como hemos dicho antes- desde aquel lugar fue enviado a Roma para ser juzgado por el Cesar (Hechos 23, 23-24).
Lugar
Texto bíblico
El anuncio del evangelio a los paganos. Pedro y Cornelio
Había en la ciudad de Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión del batallón que llamaban el Italiano. Era un hombre piadoso que, junto con toda su familia, adoraba a Dios. Daba mucho dinero para ayudar a los judíos y oraba sin cesar a Dios. Un día, a eso de las tres de la tarde,e tuvo una visión: Vio claramente a un ángel de Dios que entraba donde él estaba y le decía: “¡Cornelio!”
Cornelio se quedó mirando al ángel, y lleno de miedo le preguntó: “¿Qué se te ofrece, señor?” El ángel le dijo: “Dios tiene presentes tus oraciones y todo cuanto has hecho en favor de los necesitados. Envía a alguien a la ciudad de Jope para que haga venir a un tal Simón, también conocido como Pedro. Se aloja en casa de otro Simón, un curtidor que vive junto al mar.”
Cuando se fue el ángel que le había hablado, Cornelio llamó a dos de sus sirvientes y a un soldado muy religioso y de su confianza, 8 y después de contárselo todo los envió a Jope.
Al día siguiente, a eso del mediodía, yendo ellos de camino cerca de Jope, Pedro subió a orar a la azotea de la casa. Tenía hambre y deseaba comer alguna cosa, pero mientras le preparaban la comida tuvo una visión. Vio que el cielo se abría y que bajaba a la tierra algo semejante a un gran lienzo atado por sus cuatro puntas. En el lienzo había toda clase de cuadrúpedos, reptiles y aves. Oyó una voz que le decía: “Levántate, Pedro; mata y come.”
Pedro contestó: “No, Señor, yo nunca he comido nada profano ni impuro.” La voz le habló de nuevo diciendo: “Lo que Dios ha purificado no lo llames tú profano.”
Esto sucedió tres veces, y luego el lienzo volvió a subir al cielo. Pedro estaba preocupado pensando qué querría decir aquella visión, cuando llegaron a la puerta los hombres de Cornelio que andaban preguntando por la casa de Simón. Al llegar preguntaron en voz alta si allí se alojaba un tal Simón, a quien también llamaban Pedro.
Y mientras Pedro seguía pensando en la visión, el Espíritu Santo le dijo: “Mira, tres hombres te buscan. Levántate, baja y ve con ellos sin dudarlo, porque yo los he enviado.”
Pedro bajó y dijo a los hombres:
–Yo soy el que buscáis. ¿A qué habéis venido?
Ellos contestaron:
–Venimos de parte del centurión Cornelio, un hombre justo, que adora a Dios y a quien todos los judíos aprecian de veras. Un ángel de Dios le ha dicho que te haga llamar, para que vayas a su casa y escuche lo que tengas que decirle.
Entonces Pedro los hizo entrar, y se quedaron con él aquella noche. Al día siguiente se fue con ellos, acompañado también por algunos de los hermanos que vivían en Jope.Un día después llegaron a Cesarea, donde Cornelio los estaba esperando junto con un grupo de parientes y amigos íntimos a quienes había invitado. Cuando Pedro llegó a la casa, Cornelio salió a recibirle, y cayendo de rodillas delante de él le adoraba. Pero Pedro le levantó y le dijo:
–Ponte en pie, pues yo soy un hombre lo mismo que tú.
Mientras hablaba con él, entró y se encontró con muchas personas allí reunidas. Pedro les dijo:
–Sabéis que a un judío le prohíbe su religión tener trato con extranjeros o entrar en sus casas.l Pero Dios me ha enseñado que no debo llamar profano o impuro a nadie; por lo cual, en cuanto me avisaron, vine sin poner ninguna objeción. Quisiera saber, pues, por qué me habéis llamado.
Cornelio contestó:
–Hace cuatro días, a esta misma hora, estaba yo aquí en mi casa ayunando y haciendo la oración de las tres de la tarde, cuando se me apareció un hombre vestido con ropas brillantes. Me dijo: ‘Cornelio, Dios ha oído tu oración y se ha acordado de todo lo que has hecho en favor de los necesitados. Envía a alguien a la ciudad de Jope para que haga venir a Simón, que también se llama Pedro. Está alojado en casa de otro Simón, un curtidor que vive junto al mar.’ Así que envié inmediatamente a buscarte, y tú has tenido la bondad de venir. Ahora estamos todos aquí, delante de Dios, para escuchar todo lo que el Señor te ha mandado decirnos.
(Hch 10)
2 comentarios:
ousnestoHola Pablo, somos Alex y María desde Perú. nos parece muy interesante la pedazo de peregrinación que estáis haciendo, pero asturianos asturianos vemos muy pocos.
seguiremos todo lo que hagáis y rezad por nosotros que nos morimos de envidia, que ha sido salir de misión y no paráis de ir de peregrinación en peregrinación.
la paz
Hola:
Me alegro que os guste! No salen muchos asturianos porque voy en el autobús de extremadura (me han exiliado, por falta de espacio).
Sin embargo hoy hemos hecho el paseo en barco juntos, asi que hay fotos de asturianos!
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