La Gruta de la Natividad es según la tradición el lugar donde Cristo nació de la Virgen María. Sobre la Gruta se edificó una basílica a cinco naves a la cual se entra através de un humilde ingreso. Entorno a la Gruta de la Natividad hay otras grutas ligadas al recuerdo de San Jerónimo. Junto a la Basílica surge la Iglesia de Santa Catalina a la cual se accede por un pequeño claustro.
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Casa Nova
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Horario de apertura
Verano: 6.30-19.30
Invierno: 5.30-17.00
La tradición cristiana
Después de los Evangelios, el testimonio más antiguo del lugar del nacimiento de Jesús (hacia la mitad del s. II) es del filósofo y mártir Justino, oriundo de Flavio Neapolis, hoy en día Nablus, en Palestina: “En el momento del nacimiento del Niño en Belén, como no tenía a dónde ir en aquel pueblo, José se paró en una gruta cercana y mientras estaban allí, María dio a luz a Cristo y lo puso en un pesebre, donde los Magos que venían de Arabia lo encontraron”. En particular la mención de la gruta como habitación de fortuna, va reconocida como un eco de la viva tradición local, atestada también en el antiquísimo apócrifo, llamado Protoevangelio de Santiago (s. II), repetida por Orígenes (s. III) y a la base de una historia sucesiva del santuario de Belén. Esta misma Gruta fue circundada de las magníficas construcciones del emperador Constantino y su madre Elena no mucho después del 325 d. C., como nos narra el histórico Eusebio de Cesarea, contemporáneo de los hechos. En el 386, San Jerónimo se estableció en las cercanías de la Basílica con la noble matrona romana Paula y otros seguidores, viviendo vida monástica, dedicándose al estudio de la Biblia y produciendo su célebre versión latina (Vulgata), que llega a ser después oficial en la Iglesia de occidente.
La Basílica del s. IV, fue sustituida en el s. VI por otra de mayores dimensiones, que es la que está todavía hoy. En época cruzada (s. XII) las paredes fueron adornadas con mosaicos, de los cuales quedan fragmentos con escenas del Nuevo Testamento (transepto con inscripciones latinas) y la representación simbólica de los concilios ecuménicos (en la nave, con inscripciones griegas). Encima de las columnas de la nave en una fila de medallones están representados los antecesores de Jesús (con inscripciones latinas). Uno de los ángeles que adoran en la pared de la izquierda, tiene a los pies una inscripción (en latín y siríaco) con el nombre del artista, el pintor Basilio. Excavaciones hechas en los años 1934-35 sacaron a la luz restos de mosaicos del suelo de la basílica de Constantino, algunos son visibles tanto en la nave central como en el transepto de la Basílica.
Los Franciscanos, que viven en Belén desde 1347, poseen junto a la Basílica de la Natividad el propio convento y una iglesia dedicada a la Santa Mártir Catalina. La iglesia existe desde el siglo XII y fue ampliada varias veces. Principalmente sirve para las necesidades de la comunidad católica de rito latino; desde ahí se baja a la gruta de S. Jerónimo.
El lugar
1. Entrada.
2. Nártex.
3. Nave central.
4. Naves laterales.
5. Entrada a la Gruta.
6. Gruta de la Natividad y del Pesebre.
7. Iglesia Parroquial de Santa Catalina.
8. Sacristía.
9. Claustro medieval.
10. Entrada al convento franciscano.
1. Gruta de la Natividad.
2. Altar de los Reyes Magos.
3. Pesebre.
4. Escalera hacia la Iglesia de Santa Catalina.
5. Gruta de San José.
6. Altar de los SS. Inocentes.
7. Tumba de San Eusebio de Cremona.
8. Cenotafio de San Jerónimo.
9. Gruta de San Jerónimo.
10. Escalera hacia la Iglesia de Santa Catalina.
Textos Bíblicos
Nacimiento de Jesús y visita de los pastores
Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo. Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador de Siria Cirino. Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad. Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento. Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño. Se les presentó el Angel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de temor. El ángel les dijo: No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor; y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace. Y sucedió que cuando los ángeles, dejándoles, se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: Vayamos, pues, hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y el Señor nos ha manifestado. Y fueron a toda prisa, y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, dieron a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel niño; y todos los que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían. María, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón.(Lucas 2,1-19)
Adoración de los Magos
Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle. En oyéndolo, el rey Herodes se sobresaltó y con él toda Jerusalén. Convocó a todos los sumos sacerdotes y escribas del pueblo, y por ellos se estuvo informando del lugar donde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: En Belén de Judea, porque así está escrito por medio del profeta: Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres, no, la menor entre los principales clanes de Judá; porque de ti saldrá un caudillo que apacentará a mi pueblo Israel. Entonces Herodes llamó aparte a los magos y por sus datos precisó el tiempo de la aparición de la estrella. Después, enviándolos a Belén, les dijo: Id e indagad cuidadosamente sobre ese niño; y cuando le encontréis, comunicádmelo, para ir también yo a adorarle. Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño. Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra. Y, avisados en sueños que no volvieran donde Herodes, se retiraron a su país por otro camino.(Mateo 2,1-12)
Huida a Egipto y muerte de los inocentes
Después que ellos se retiraron, el Angel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle. El se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto; y estuvo allí hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliera el oráculo del Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo. Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen.(Mateo 2,13-18)
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